Desde
la repoblación por Fernando II de León
(s. XII) de aquellas tierras de conquista y reconquista, los nuevos pobladores,
con un conjunto de derechos contenidos en la conocida como Carta Puebla,
fueron trasformando progresivamente el
viejo castro de Malgrat en villa, que toma el nombre de Benavente. Su situación
geográfica rodeada de fértiles valles de los ríos Esla, Orbigo y Tera; cruce y
paso de caminos entre las tierras de León, Castilla, Asturias y Galicia hace de
ella un lugar propicio para el asentamiento, aquí irán llegando las principales
ordenes religiosas (franciscanos, clarisas. cistercienses, dominicos,
jerónimos). Se va configurando como un núcleo urbano dentro de una muralla,
construyéndose iglesias, conventos y en su parte más alta la fortaleza. En los
primeros tiempos, siendo realengo, con la protección de reyes, miembros de la
familia regia y órdenes militares; cuando paso a señorío, por la entrega (1398)
del rey Enrique III de villa y tierras a Juan Alfonso Pimentel, I Conde de
Benavente, sus sucesores ejercerán una
labor de patrocinio en toda la villa que será el centro administrativo de un
extenso territorio destinado a desempeñar un papel importante en el reino.
Estado de la Torre del Caracol en los años 20 s. XX. En el ángulo superior izquierdo se aprecian
restos de otra torre, que fue utilizada como base del depósito de abastecimiento
de agua a la ciudad. En la imagen de de la derecha, estado actual de la torre
integrada en el Parador de Turismo.
El
mecenazgo de los condes se extendió a iglesias como Santa María la Mayor o San Nicolás;
a los monasterios de Santo Domingo, San Jerónimo o San Francisco
que se convirtió en panteón de la familia Pimentel. Construyeron un palacio-fortaleza,
descrito por viajeros y cronistas; de su grandiosidad nos habla Jerónimo Münzer
en su visita a la Villa a finales del s. XV: “La fortaleza de Benavente es de
las mejores y más bellas del reino castellano”. Crearon cofradías, fundaciones
y entre los hospitales con los que contó la villa, el de La Piedad fue
construido por el V Conde.
Todo
este bagaje arquitectónico y artístico que Benavente fue atesorando a lo largo
de los siglos se vera truncado, mas que por el paso de los años, por los
sucesos acontecidos a lo largo de la historia o por la desidia del hombre.
Un antes y un después de la portada, en piedra arenisca, del
Hospital de la Piedad. De influencia renacentista, con arco de medio punto. En
el cuerpo superior una representación de la Piedad, a los lados los escudos de
los fundadores.
El
paso de las tropas expedicionarias inglesas y la posterior ocupación de la
villa (1808-1809) por las de Napoleón supusieron una perdida de vidas,
haciendas y patrimonio. Puentes volados, iglesias, monasterios y hospitales
saqueados e incendiados; el palacio-fortaleza, después de estar ardiendo
durante quince días, quedó reducido a un esqueleto en ruinas.
Esta
cita de D. José Muñoz Miñambres en Historia Artístico-Monumental, tomada de los
libros parroquiales de Renueva, nos da una breve idea de lo sucedido en la población:
“Ardieron cien casas, la fortaleza fue robada y arrasada, y lo mismo las
iglesias y los seis conventos”.
Lo
que se salvo o quedo en pie sufrirá un nuevo revés con la desamortización,
pasando a manos privadas un patrimonio que fue expoliado. Mientras capiteles,
columnas o artesonados cruzaban fronteras, los muros del castillo y monasterios eran utilizados como
cantera.
Hospital de San Juan de Letrán (Casa del Tinte)
años 50 s. XX. Restos de su portada integrada en el actual edificio de nueva
construcción
El
historiador Gaya Nuño cuando hace referencia al Castillo decía. “A partir del
s. XIX los benaventanos fueron tirando los restos que quedaban en pie”.
Ya
en nuestros días, en el s. XX, invocando progreso y modernidad, iglesias, conventos y construcciones civiles, han
sido demolidos; entre ellos: las iglesias de San Nicolás, Santa María de
Renueva y San Andrés; los monasterios de Sancti-Espíritus, Santa Clara, San
Bernardo; edificios civiles como el Hospital de San Juan de Letrán (Casa del
Tinte). Numeroso ha sido el contenido artístico que de todos ellos ha
desaparecido, la mayoría en paradero desconocido y en el mejor de los casos
fuera de la ciudad.
Benavente
no ha podido o no ha sabido conservar su patrimonio histórico. De aquel nutrido
conjunto arquitectónico solo quedan en pie: la Torre del Caracol (XVI), único
resto del castillo que se salvo de la piqueta al ser declarado monumento
nacional en 1931. Hospital de la Piedad (XVI) fundación del V conde, D. Alonso
Pimentel, para peregrinos y forasteros. Iglesia de Santa María la Mayor, obra
románica iniciada en el s. XII (1180), con cinco ábsides en la cabecera. Iglesia
de San Juan del Marcado, templo románico, s. XII (1181), iniciadas las obra
paso a pertenecer a la Orden Hospitalaria de San Juan. Ermita de la Soledad,
construida fuera de los muros de la villa, frente a la desaparecida puerta de Santa
Cruz.
Ábsides de la románica iglesia de Santa María la Mayor, años
20 s. XX. En la parte inferior estado después de las ultimas restauraciones.
Santa María guarda imágenes,
retablos y otros objetos de la desparecida San Nicolás, que no fueron
subastados cuando se derribó: retablo e imagen de San José con el Niño; San
Sebastian; tablas de la Dolorosa y la Piedad. Cristo Marino de la iglesia de
Santa Marina, lugar despoblado en el s. XVII, próximo al puente de
Castrogonzalo. Santa María de Ventosa y el Cristo de Mansilla (s. XVI) pertenecientes
a la parroquia que hubo fuera de la muralla en la zona conocida como La
Ventosa. San Jerónimo del Convento de los jerónimos. Santo Domingo de Guzmán y
Santa Catalina del Convento de los dominicos; sobre los restos de la iglesia de
este monasterio se construyó el actual teatro Reina Sofía.
En San Juan encontramos:
San Antonio Abad titular de la ermita que se encontraba próxima a la iglesia
del Sepulcro, iglesia que fue cerrada al culto con la reorganización parroquial
del s. XIX y la ermita demolida en los primeros años del s. XX. San Crispin que
perteneció a la Iglesia de San Miguel, se encontraba situada junto a la
muralla, entre la puerta de San Andrés y el Monasterio de Santa Clara. San
Francisco de Asís del monasterio franciscano que había frente al Hospital de la
Piedad. La Piedad del Monasterio de San Jerónimo, en el camino que conducía a
León.
Portada
sur de la iglesia de San Juan del Marcado. En el tímpano una escena de la
adoración de los Reyes; en la parte superior de las columnas seis esculturas
que representan a los profetas y otros personajes.
La nueva iglesia de Santa
María del Carmen de Renueva conserva un variado patrimonio de retablos,
imágenes y otros objetos procedentes de las desaparecidas San Andrés Apóstol y
Santa María de Renueva.
Desde 1992 se viene
trabajando sobre este patrimonio para lograr su recuperación y conservación. A
lo largo de estos años han pasado por los talleres de restauración las
siguientes obras:
1992.- Virgen de la O: imagen de vestir, procedente de la iglesia de Santa
María de Renueva de la que era titular. Restaurada por Mariano Pérez Nieto,
restaurador del Museo Nacional de Escultura de Valladolid. La corona de plata
que luce esta imagen, realizada en 1857, fue restaurada en 2001 por el joyero
zamorano Dionisio Alba.
1993.- En ese año se
cumplió el 50 aniversario de la fundación de la Cofradía del Silencio (1943).
El Cristo de la Salud, de gran
devoción en la ciudad es su imagen titular; representación de Jesús
crucificado, obra anónima del s. XVI en madera policromada; ante el estado de
deterioro que presentaba fue restaurada por Mariano Pérez Nieto por medio de
una cuestación popular.
Cristo de la Salud antes y después de su restauración,
ya montado sobre el retablo también restaurado.
1995.-
Pasaron por la Escuela de Restauración de Madrid las urnas con incrustaciones de concha y carey que contienen un Cristo
Yacente y a la Magdalena Penitente. Estas piezas fueron expuestas en la muestra
de las Edades del Hombre celebrada en Zamora en 2001 (RemembranZa).
2003.-
San Miguel Arcángel: (patrono de la
cofradía de hortelanos), talla anónima del s. XVII en madera policromada y el
grupo escultórico a tamaño natural del Calvario,
con el Cristo de las Aguas, s. XVI-XVII, ambos de la desaparecida San Andrés,
fueron restaurados por Marian Fernández
Mateos.
2008.-
Lienzo de La Divina Pastora
perteneciente a un retablo estilo Rococó (s. XVIII). Restaurado por Carmen
García Villarejo.
2009.-
Retablo Cristo de la Salud: de estilo
Barroco (1715), con columnas salomónicas, obra de Juan de Ortiz.
La Inmaculada:
imagen para vestir s. XVII, que se encontraba en l iglesia de San Andrés. Las
dos piezas fueron restauradas por Ana Prieto Martín.
Santa Lucia:
representada por una matrona romana, es una talla en madera policromada (s.
XVII-XVIII), restaurada por Carmen García Villarejo.
2011.-
Sagrario perteneciente al retablo (s.
XVII) del altar mayor de la iglesia de Renueva, actualmente en la iglesia del
Carmen; el banco sobre el que se
asienta se asienta pertenecía al retablo de la Divina Pastora. Ambas piezas
fueron restauradas por Ana Prieto Martín.
Santa Eulalia
2012.-
Santa Eulalia: Imagen de bulto redondo
tallada en madera policromada (s. XVII); patrona de la Diócesis de Oviedo, a la
que perteneció Benavente has mediados del s. XX. Su restauración la realizo Ana
Prieto Martín.
San Ramón Nonato.- Imagen del religioso mercedario (s. XVIII), formaba parte del
retablo mayor de la iglesia de San Andrés.
Fue recuperada por Rosa Herrero que confeccionó sus vestiduras y Vicente
Pérez la custodia.
2013.- En este año fue
restaurada una de las piezas más valiosa que guarda la iglesia del Carmen de
Renueva, la pila bautismal, que
perteneció a Santa María de Renueva. Pieza de finales del s. XV, gótico
isabelino, labrada en piedra arenisca. Fue restaurada por Carmen García
Villarejo y Ana Prieto Martín.
La Trinidad:
Grupo escultórico en madera policromada que representa el dogma, formaba parte
del ático del retablo mayor de Renueva. Responde a los cánones de la época, s.
XVII. Su restauración fue obra de Ángel Pintado García y Ana Prieto Martín.
Grupo escultórico que representa el dogma de la
Trinidad
2014.-
Nuestra Señora del Carmen.-
De gran devoción en la ciudad, es
una imagen de bastidor realizada en el último tercio del siglo XIX por
el imaginero zamorano D. Ramón Álvarez. Los trabajos de restauración
recuperaron su policromía original y repararon desperfectos de la talla.
San Francisco.-
Imagen de bulto redondo en madera policromada de 80 cm. de alto.
Cristo de Animas.- Es una advocación cristifera de ánimas, se trata de una imagen de
Cristo clavado en la cruz. Procede la iglesia de San Nicolás, demolida en 1968.
La
licenciada Ana Prieto Martín fue quien realizo estas tres restauraciones.
2015.- En Abril de este año
Carmen García Villarejo y Ana Prieto Martín iniciaron uno de los trabajos mas
importantes de los realizados hasta ahora, destinados a restaurar los lienzos y
pinturas del retablo del s. XVII que perteneció a la iglesia d Renueva. (La
restauración de este retablo esta detallada en la entrada de este blog. Un
retablo del siglo XVII de 10 de Julio de 2015)
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