El tercero en la batalla sería Rodrigo Arias, que antes de caer muerto, con un golpe de espada alcanza el caballo de su oponente, que desbocado lo saca de los limites del campo de la verdad y al regresar a pie, para combatir con el cuarto hijo, los jueces no lo permiten por haber abandonado el campo.
ROMANCE XIX
(Entierro del joven Fernando Arias, hijo de Arias Gonzalo y del luto de las doncellas zamoranas por su muerte)
Por aquel postigo viejo
que nunca fuera cerrado
vi venir pendón bermejo
con trescientos de caballo,
en medio de los trescientos
viene un monumento armado,
y dentro del monumento
viene un cuerpo de un finado
Fernán d'Arias ha por nombre,
fijo de Arias Gonzalo.
Llorábanle cien doncellas,
todas ciento hijasdalgo;
todas eran sus parientas
en tercero y cuarto grado,
las unas le dicen primo,
otras le llaman hermano,
las otras decían tío
otras lo llaman cuñado.
Sobre todas lo lloraba
aquesa Urraca Hernando,
¡y cuán bien que la consuela
ese viejo Arias Gonzalo!:
—Calledes, hija, calledes,
calledes, Urraca Hernando,
que si un hijo me han muerto,
ahí me quedaban cuatro.
No murió por las tabernas
ni a las tablas jugando,
mas murió sobre Zamora,
vuestra honra resguardando.
(Este romance cita “…vi venir pendón bermejo…” bandera de la ciudad sobre la que Fernando IV de Castilla ato su fajín en la batalla de Toro en 1476)
(1) Imagen tomada de Memoria grafica de Zamora obra editada por
No hay comentarios:
Publicar un comentario