Con
el paso del tiempo las reglas aprobadas en 1675 serán de difícil aplicación en
determinados momentos por las crisis sociales y la inestabilidad política lo
que hace necesario una adaptación. Esta revisión es necesaria en las reglas que
son de obligado cumplimiento por parte de los hermanos y en aquellas que hacen
referencia a la organización y administración de la Cofradía pues por el
contenido de los escritos se estaban relajando o incumpliendo. Dos momentos
parecen ser los mas conflictivos: los años de mediados del s. XVIII y los de
primer tercio del s. XIX. Estos son años de conflictos políticos, sociales y
económicos en España.
El
22 de Julio de 1767 el Ilmo. Sr. Don
Agustín González Pisador Obispo de Oviedo autorizara, por primera vez, una
adaptación de las reglas ante la suplica de D. Joseph Sánchez en aquellos años
cura ecónomo de la Iglesia de San Andrés ante la falta de nuevas
incorporaciones por no poder hacer frente a la cuota de ingreso y que esto
repercuta en la continuidad de la Cofradía; se rebaja la cantidad de ingreso a
8 reales; de los capítulos 5º y 9º se
elimina lo que hace referencia a las aportaciones económicas para cera y misas
de los cofrades difuntos.
Advertencias
realizadas por el Padre General en Noviembre de 1790
En
un escrito, que dice ser copia y esta sellado por el Obispado de Oviedo, con
fecha 17 de Noviembre de 1790 el
Rvdo. Padre General de la Orden Fray Roque Melchor hace unas advertencias,
posiblemente por el incumplimiento o mala interpretación de algunas
obligaciones. En la primera regula meticulosamente los ayunos que deben
realizar los cofrades y las normas por la que se regirán. En la segunda dice
que ante la dificultas que algunos hermanos tiene para el cumplimiento de los
rezos y abstinencia de carne, regula quienes están exentos y en que
circunstancias.
Haciendo
un paréntesis en el tiempo llegamos a 1834, año en que la cofradía y las
autoridades eclesiásticas se muestran muy activas y que por el contenido de los
escritos deducimos que dicha actividad era necesaria para clarificar obligaciones
y revisar organización.
Como
se ha dicho la Vicaria de San Millán tenia autoridad fiscalizadora sobre las
cofradías. El 7 de Abril de 1834 remire
un escrito con este encabezado “En consideración al religioso objeto que se
proponen los componentes y con vista de la Regla ve conveniente la renovación y
reparación de la Cofradía de Nª. Sª del
Carmen sita en la Parroquial de San
Andrés”.
Se
deduce que los regidores de la Cofradía no debían ser muy diligentes y no tener
al día los libros de registro de cofrades y de cuentas.
En
el escrito se exige llevar un libro donde se inscriban los aspirantes y en el
que se formalicen las cuentas anuales de las producciones y limosnas, también
se regula quien lo debe hacer, cuando y como; este libro tiene que estar a
disposición de los visitadores. Todo ello para evitar la informalidad y falta
de interés que ocasionarían la ruina de la Cofradía.
Así
lo mando el Licenciado D. Juan Josef Prieto Giraldo abogado de los Reales
Consejos, Vicario Juez de la Vicaria de San Millán y sus partidos, en Benavente
a siete de Abril de mil ochocientos
treinta y cuatro.
Acuerdos de la
reunían celebrada en la Iglesia de San Andrés el 13 de Julio de 1834
El
contenido de este escrito de la Vicaria debió ser un revulsivo para los cofrades
pues del día 13 de Julio de 1834 hay
un acta, recogida en papel timbrado con sello de 4º y 40 mrs. Del año 1834 y sello de aguas, de
una reunión en los siguientes términos:
“En
la Villa de Benavente 13 de Julio de 1834 estando juntos y reunidos en la sacristía
de la Iglesia Parroquial de San Andrés de la misma los infrascritos Párroco de
ella y Alcaldes de la Devoción de la Virgen Santísima Reina de los Ángeles que
con el titulo del Carmen se venera en su iglesia y a cuyas expensas hace mas de
cincuenta años se da culto, al objeto de convenir las formas que de una manera
mas constante y perpetua, segura y fija pueda conservarse la antigua cofradía
erigida a la Virgen del Carmelo olvidada por las circunstancias destructoras de
las pasadas guerras y vigorizada hoy por el Sr. Vicario de San Millán en su
escrito de 7 de Abril ultimo…”
En
resumen toman los siguientes acuerdos:
1.-
Tener un libro para registrar a los cofrades y asentar las cuentas (indicación
que les hacia el Vicario).
2.-
Que al principio del libro se copien las Reglas de 1675.
3.-
Modificar la cuota de ingreso, fijando 12 reales para hombres y 10 para
mujeres.
4.-
Se regula las misas a la muerte de un hermano.
5.-
Celebraran un novenario de forma estable y permanente costeado por las aportaciones
de los cofrades y devotos, lo sobrante pasara a los fondos de la Cofradía.
6.-
Para buen gobierno, dirección y representación de la Cofradía se elegirán cada
año, a propuesta del Párroco, dos Alcaldes y demás cargos.
Los
reunidos para dar estabilidad y continuidad a la Cofradía presentaron estos
acuerdos al Sr. Vicario.
Dos
días después de esta reunión por auto del licenciado D. Juan José Prieto
Giraldo Abogado de los Reales Consejos, Vicario Juez de esta Vicaria de San
Millán y sus partidos autorizo estos acuerdos; …”así lo mando y firmo en la
Villa de Benavente a quince días del mes
de Julio de mil ochocientos treinta y cuatro” .
Entre
las más de quince firmas que avalan estos acuerdos se encuentra la de D. Diego
Pascual de Oliveros hermano cofrade que dono la actual imagen de la Virgen obra
de D. Ramón Álvarez.
Escrito con sello del
Obispado de Oviedo
El
ultimo de los escritos esta fechado en Oviedo a 2 de Diciembre de 1873 con sello del Obispado de Oviedo y firmado
por Benito, Obispo de Oviedo. En el se autoriza, de nuevo, la modificación del
Capitulo VIII.
Y
para aumentar la devoción de los fieles se conceden cuarenta días de
indulgencia por cada uno de los actos religiosos de la Cofradía a que
asistieren los hermanos.
Ya
en el s. XX, en los años cuarenta, los nuevos inscritos rellenaban un documento
de entrada firmado por el cofrade secretario y el cofrade tesorero. En el se
indicaban las obligaciones del nuevo hermano y los privilegios e indulgencias
que le están conferidas, contenidas en el Escudo del Carmen escrito por P. M.
Fr. Gabriel Serrano Prior que fue de dicha Orden en el Convento de Toledo.
El
12 de Diciembre de 1994 se remite
instancia al Excmo. Rvdo. Sr. De Zamora en estos términos:
“Un
grupo de cristianos de la Ciudad de Benavente deseando constituir la Asociación
“Cofradía del Carmen” con el objeto de promover la devoción y culto a la
Santísima Virgen bajo la advocación del Carmen, como ha venido haciéndose desde
hace mas de cien años”.
En
los ocho títulos de sus estatutos se articulan el funcionamiento, fines,
ingreso, órganos de gobierno y facultades de la autoridad eclesiástica.
Primera imagen de la
Virgen, en la actualidad retirada del culto
Después
de mas de tres siglos y medio la devoción sigue viva y activa con cerca de
setecientos cofrades, siendo la cofradía más numerosa de la parroquia.
Fieles
y devotos se acercan cada día a su Iglesia para ante la Madre confidente
compartir penas y alegrías; ante la Madre auxiliadora encontrar ayuda y
consuelo en la tribulación; ante la Estrella del mar encontrar guía cuando la
barca de la vida hace agua.
La
actual directiva tiene una obligación, un reto al que no puede renunciar que es
conseguir el titulo de “Real” pues la ciudad de Benavente se lo merece, la
cofradía tiene derecho por su larga historia documentada y lo mas importante,
en memoria y reconocimiento a los hombres y mujeres que cimentaron la devoción
a la Virgen del Carmen en 1675 transmitiéndose de generación en generación.
Imagen actual de Nª.
Sª. del Carmen que recibe culto en la Iglesia de Santa María del Carmen de
Renueva
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