Desde la hora de sexta se extendieron las tinieblas sobre la
tierra hasta la hora de nona. Hacia la hora de nona exclamo Jesús con voz
fuerte, diciendo: ¡Eli, Eli, lema
sabachtani! Que quiere decir: Dios
mío, Dios mío ¿por qué me has desamparado?
San Mateo (27, 45-46)
Un año más venimos ante Ti,
Santo Cristo de la Salud.
Venimos con nuestras
tristezas y amarguras;
con nuestra envidia y rencor;
con nuestra envidia y rencor;
con nuestro sufrimiento y
dolor;
con nuestras penas y alegrías.
con nuestras penas y alegrías.
Venimos a postrarnos ante
esas sienes traspasadas por las espinas de nuestra sin razón, para pedirte:
Que esa mirada agonizante
abra nuestros ojos al entendimiento.
Que esos brazos extendidos
sobre el madero,
sean brazos abiertos a la hermandad.
sean brazos abiertos a la hermandad.
Que esas manos, retorcidas
por el dolor de los clavos de nuestra incomprensión,
sean manos tendidas al hermano caído.
Que la sangre de tu costado,
traspasado por el enfrentamiento de los hombres,
se agua viva que calme
nuestra sed.
Que esos pies entrecruzados,
retorcidos por nuestros pensamientos y acciones,
marquen el sendero de nuestra
vida.
Que tu agonía y muerte sirva
para traer la paz a los hombres de buena voluntad.
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