“Yo Camino”, nombre muy
apropiado para la XIV edición que se celebró de Mayo a Noviembre de 2007 en
Ponferrada, ciudad del Bierzo leones, encrucijada del Camino de Santiago.
La Basílica de la Encina y la Iglesia de San Andrés fueron marco de la
muestra; ambos templos se unieron por medio de una estructura a semejanza de un
camino, que se denomino “puente de las estrellas”.
Benavente aportó una obra muy
particular perteneciente a una de los conventos de la ciudad. Se trata de un Cristo
de Marfil.- Escultura del s. XVII realizada en este
material. Importante representación de la agonía del Hijo de Dios clavado en
una cruz de gajos. Cristo presenta un cuerpo armónico, de perfecta anatomía; en
tensión, con la cabeza levantada, levemente inclinada hacia la derecha; su
mirada se dirige hacia el cielo buscando al Padre. Perteneció al monasterio de
Santa María de Moreruela, uno de los primeros y mas importantes que la orden
del cister construyo en la península Ibérica. Puede que fuera tallada por
alguno de los monjes de la comunidad monacal. En la actualidad se encuentra en el
cisterciense del Salvador (monjas de San Bernardo).
Pueblos de la comarca, tanto de
la diócesis de Zamora como de Astorga, aportaron ese año importantes obras:
Villanueva del Campo: Santiago el Mayor peregrino; talla en madera dorada y
policromada, finales s. XVI.
Burganes de Valverde: Custodia de
plata, segunda mitad s. XVI.
Milles de la Polvorosa: Arqueta Namban, estilo de origen japonés, madera
pintada y lacada de finales s. XVI
Cristo de Marfil,
Monasterio Cisterciense del Salvador.
Passio (Pasión) fue el
titulo que recibió la muestra en de 2011,
dedicada a la Pasión de Cristo. Esta decimosexta edición se realizara por primera
vez en dos poblaciones distinta: Medina del Campo (iglesia de Santiago el Real)
y Medina de Rioseco (iglesia Santiago de los Caballeros).
En esta ocasión la obra escogida
pertenece a la moderna iglesia de Santiago Apóstol en el popular barrio de Las
Malvinas. La escultura tiene por titulo Cristo de la Buena Nueva (1988),
talla en maderas de cedro venezolano y coral filipino policromadas; es obra de
un hijo de la comarca. Segundo Gutiérrez Domínguez (1932-2012) nacido en Breto
de la Rivera, escultor y sacerdote-misionero claretiano; hijo de carpintero que
le inculco el trabajo de la madera, compaginaba el pulpito con las gubias. Sus
trabajos repartidos por todo el mundo, eran, como el decía, una manifestación
de amor, cariño y esperanza. Sus figuras presentan un singular alargamiento,
como queriendo alcanzar el cielo, expresando un signo de trascendencia.
Cristo de la Buena Nueva. De
fondo el magnifico retablo de la iglesia de Santiago de los Caballeros, Medina
de Rioseco.
En este 2016, en su XXI edición,
“Las Edades” desembarcan con “Aqva” (Agua, elemento de la
naturaleza, expresión de vida) en las orillas del río Duero, en Toro, la ciudad
de D.ª Elvira. Desde 27 de Abril, día de su inauguración con la presencia de la
Reina D.ª Sofía, hasta el 14 de Noviembre. La Colegiata de Santa María la
Mayor, catedral para los toresanos, ejemplo del románico del Duero con su
característico cimborrio, junto con la iglesia del Santo Sepulcro, que fue
priorato de la orden religioso-militar fundada (1099) en Jerusalén para defensa
de los Santos Lugares, serán marco incomparable de esta edición. Para este
evento la iglesia del Carmen de Renueva y la de Santa María del Azogue han
prestado dos valiosas piezas de su patrimonio.
Cartel de la XXI
edición de las Edades del Hombre.
La Trinidad.- Representación
de las tres personas que conforman el Dogma (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
Este grupo escultórico pertenece
al ático del retablo renacentista realizado en 1642 (s. XVII) por Fernando de
Robles y dorado por Pedro y Lucas de Ávila para el altar mayor de la
desaparecida iglesia de Santa María de Renueva.
El conjunto esta realizado en
madera de abedul tallada y policromada con pan de oro y pigmentos, presentan
varios tonos: azules, rojos, verdes, blancos.
Su autor es desconocido; algunos
investigadores, basándose en la similitud que presenta con la obra de Juan de
Montejo que trabajo en Zamora, Salamanca y Valladolid, lo sitúan en su entorno.
La representación de Dios Padre
es un venerable anciano sentado, de largo pelo y barba blanca, tocado con una
especie de birrete de inspiración oriental con una sola corona, con manto de
gruesos pliegues y tunica; con su mano derecha sujeta la bola del mundo que
descansa sobre su rodilla y es rematada por una cruz. La esfera es la representación
del mundo y es símbolo de la creación.
Cristo situado a la derecha del
Padre es un hombre en la plenitud de la vida, con barba negra partida en dos,
con tunica y mato. Las dos hendiduras que observamos, una en la cabeza y la
otra en la pierna izquierda, nos hacen su poner, que originariamente, tenia
nimbo y por la posición del brazo un libro, generalmente los evangelios.
El Espíritu Santo, la tercera
persona, es una paloma con las alas extendidas y colocada en un plano superior
entre el Padre y el Hijo.
Es singular en este trabajo la
presencia de dos cabezas de querubines sobre las que descansan uno de los pies
del Padre y el Hijo. A los querubines se les consideraba los guardianes de la
gloria de Dios.
Partiendo del criterio de no
recomponer o reconstruir partes desaparecidas, Ana Prieto Martín y Ángel
Pintado García, realizaron una minuciosa labor restauradora recuperando unas
tallas muy deterioradas, devolviéndole el aspecto que tenían cuando
salieron de las manos del artista.
Después de su restauración, La
Trinidad, fue colocada en el presbiterio de la iglesia de Santa María del
Carmen de Renueva de Benavente.
Naveta.- Objeto litúrgico en forma de
pequeña nave para guardar el incienso utilizado en las ceremonias.
Esta en concreto, perteneciente a
la iglesia de Santa María del Azogue, es una bella pieza en plata del s. XVI,
con cestería gótica, de autor desconocido. El Taller Diocesano de Restauración ha
realizado un profundo trabajo de limpieza.
Naveta, s. XVI /1570) Iglesia de Santa María de
Azogue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario