CONOCER Y RECORDAR EL PASADO; PARA VIVIR Y ENTENDER EL PRESENTE; CON ILUSION Y ESPERANZA EN EL FUTURO

GENTES Y TIERRAS DEL VIEJO REINO DE LEON
COSAS DE AQUI Y COSAS MIAS

martes, 22 de diciembre de 2015

NAVIDAD 2015

Detalle. Belén Residencia Reina de la Paz. Zamora 

FELIZ NAVIDAD

jueves, 3 de diciembre de 2015

UN ANTIGUO ESTANDARTE


A finales del pasado mes de Noviembre mientras se realizaban trabajos de limpieza y ordenación de los numerosos objetos que pertenecieron a las desaparecidas iglesias de San Andrés y Renueva, depositados en dependencias de la Parroquia del Carmen, se encontró, de forma casual, una vieja maleta de madera con cierres metálicos cuyo contenido se desconocía. Forzados los cierres, por carecer de llaves, su interior guardaba un antiguo estandarte de la Cofradía del Carmen de Benavente. Su existencia era desconocida y en ningún inventario o documento de la cofradía se encuentra catalogado,
Se trata de una pieza con unas medidas aproximadas de 1,25 m. de ancho por 1,50 m. de alto, confeccionado en tela de raso blanco por ambas caras; la parte inferior, de forma irregular, es rematada por un fleco y tres borlas; en la superior seis anillas en tela sirven para introducir la barra de sustentación.
Un rico bordado con abundante filigrana enmarca un lienzo de forma oval en el que esta pintada la imagen de la Virgen. El resto de la superficie del paño se rellena con un  delicado trabajo de bordados en color de motivos florales.
En la parte central de la cara posterior, que es la más deteriorada por el paso del tiempo y la humedad, encontramos el emblema de la Cofradía con la siguiente leyenda: Cofradía de Nª. Sra. del Carmen. Benavente.
De la minuciosa y bien ejecutada labor se puede deducir que su confección fue realizada por hábiles y expertas manos en este tipo de trabajos.
Con el propósito de devolverle el esplendor original ha sido enviado a las religiosas pasionistas del Monasterio de Santa María Magdalena de Oviedo (Asturias) para su restauración. Esta comunidad confeccionó en 2008 el vistoso estandarte de la Cofradía del Silencio.

Detalle de ambas caras del estandarte, en el reverso se puede apreciar el deterioro y daños causados por la humedad

martes, 8 de septiembre de 2015

PATRIMONIO RECUPERADO





Desde la repoblación  por Fernando II de León (s. XII) de aquellas tierras de conquista y reconquista, los nuevos pobladores, con un conjunto de derechos contenidos en la conocida como Carta Puebla, fueron  trasformando progresivamente el viejo castro de Malgrat en villa, que toma el nombre de Benavente. Su situación geográfica rodeada de fértiles valles de los ríos Esla, Orbigo y Tera; cruce y paso de caminos entre las tierras de León, Castilla, Asturias y Galicia hace de ella un lugar propicio para el asentamiento, aquí irán llegando las principales ordenes religiosas (franciscanos, clarisas. cistercienses, dominicos, jerónimos). Se va configurando como un núcleo urbano dentro de una muralla, construyéndose iglesias, conventos y en su parte más alta la fortaleza. En los primeros tiempos, siendo realengo, con la protección de reyes, miembros de la familia regia y órdenes militares; cuando paso a señorío, por la entrega (1398) del rey Enrique III de villa y tierras a Juan Alfonso Pimentel, I Conde de Benavente, sus sucesores  ejercerán una labor de patrocinio en toda la villa que será el centro administrativo de un extenso territorio destinado a desempeñar un papel importante en el reino.

Estado de la Torre del Caracol en los años 20 s. XX.  En el ángulo superior izquierdo se aprecian restos de otra torre, que fue utilizada como base del depósito de abastecimiento de agua a la ciudad. En la imagen de de la derecha, estado actual de la torre integrada en el Parador de Turismo.

El mecenazgo de los condes se extendió a iglesias como Santa María la Mayor o San Nicolás; a los  monasterios de  Santo Domingo, San Jerónimo o San Francisco que se convirtió en panteón de la familia Pimentel. Construyeron un palacio-fortaleza, descrito por viajeros y cronistas; de su grandiosidad nos habla Jerónimo Münzer en su visita a la Villa a finales del s. XV: “La fortaleza de Benavente es de las mejores y más bellas del reino castellano”. Crearon cofradías, fundaciones y entre los hospitales con los que contó la villa, el de La Piedad fue construido por el V Conde.
Todo este bagaje arquitectónico y artístico que Benavente fue atesorando a lo largo de los siglos se vera truncado, mas que por el paso de los años, por los sucesos acontecidos a lo largo de la historia o por la desidia del hombre.

Un antes y un después de la portada, en piedra arenisca, del Hospital de la Piedad. De influencia renacentista, con arco de medio punto. En el cuerpo superior una representación de la Piedad, a los lados los escudos de los fundadores. 

El paso de las tropas expedicionarias inglesas y la posterior ocupación de la villa (1808-1809) por las de Napoleón supusieron una perdida de vidas, haciendas y patrimonio. Puentes volados, iglesias, monasterios y hospitales saqueados e incendiados; el palacio-fortaleza, después de estar ardiendo durante quince días, quedó reducido a un esqueleto en ruinas.
Esta cita de D. José Muñoz Miñambres en Historia Artístico-Monumental, tomada de los libros parroquiales de Renueva, nos da una breve idea de lo sucedido en la población: “Ardieron cien casas, la fortaleza fue robada y arrasada, y lo mismo las iglesias y los seis conventos”.
Lo que se salvo o quedo en pie sufrirá un nuevo revés con la desamortización, pasando a manos privadas un patrimonio que fue expoliado. Mientras capiteles, columnas o artesonados cruzaban fronteras, los muros del  castillo y monasterios eran utilizados como cantera.

Hospital de San Juan de Letrán (Casa del Tinte) años 50 s. XX. Restos de su portada integrada en el actual edificio de nueva construcción

El historiador Gaya Nuño cuando hace referencia al Castillo decía. “A partir del s. XIX los benaventanos fueron tirando los restos que quedaban en pie”.
Ya en nuestros días, en el s. XX, invocando progreso y modernidad,  iglesias, conventos y construcciones civiles, han sido demolidos; entre ellos: las iglesias de San Nicolás, Santa María de Renueva y San Andrés; los monasterios de Sancti-Espíritus, Santa Clara, San Bernardo; edificios civiles como el Hospital de San Juan de Letrán (Casa del Tinte). Numeroso ha sido el contenido artístico que de todos ellos ha desaparecido, la mayoría en paradero desconocido y en el mejor de los casos fuera de la ciudad.
Benavente no ha podido o no ha sabido conservar su patrimonio histórico. De aquel nutrido conjunto arquitectónico solo quedan en pie: la Torre del Caracol (XVI), único resto del castillo que se salvo de la piqueta al ser declarado monumento nacional en 1931. Hospital de la Piedad (XVI) fundación del V conde, D. Alonso Pimentel, para peregrinos y forasteros. Iglesia de Santa María la Mayor, obra románica iniciada en el s. XII (1180), con cinco ábsides en la cabecera. Iglesia de San Juan del Marcado, templo románico, s. XII (1181), iniciadas las obra paso a pertenecer a la Orden Hospitalaria de San Juan. Ermita de la Soledad, construida fuera de los muros de la villa, frente a la desaparecida puerta de Santa Cruz.

Ábsides de la románica iglesia de Santa María la Mayor, años 20 s. XX. En la parte inferior estado después de las ultimas restauraciones.

Santa María guarda imágenes, retablos y otros objetos de la desparecida San Nicolás, que no fueron subastados cuando se derribó: retablo e imagen de San José con el Niño; San Sebastian; tablas de la Dolorosa y la Piedad. Cristo Marino de la iglesia de Santa Marina, lugar despoblado en el s. XVII, próximo al puente de Castrogonzalo. Santa María de Ventosa y el Cristo de Mansilla (s. XVI) pertenecientes a la parroquia que hubo fuera de la muralla en la zona conocida como La Ventosa. San Jerónimo del Convento de los jerónimos. Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina del Convento de los dominicos; sobre los restos de la iglesia de este monasterio se construyó el actual teatro Reina Sofía.
En San Juan encontramos: San Antonio Abad titular de la ermita que se encontraba próxima a la iglesia del Sepulcro, iglesia que fue cerrada al culto con la reorganización parroquial del s. XIX y la ermita demolida en los primeros años del s. XX. San Crispin que perteneció a la Iglesia de San Miguel, se encontraba situada junto a la muralla, entre la puerta de San Andrés y el Monasterio de Santa Clara. San Francisco de Asís del monasterio franciscano que había frente al Hospital de la Piedad. La Piedad del Monasterio de San Jerónimo, en el camino que conducía a León. 

Portada sur de la iglesia de San Juan del Marcado. En el tímpano una escena de la adoración de los Reyes; en la parte superior de las columnas seis esculturas que representan a los profetas y otros personajes.

La nueva iglesia de Santa María del Carmen de Renueva conserva un variado patrimonio de retablos, imágenes y otros objetos procedentes de las desaparecidas San Andrés Apóstol y Santa María de Renueva.
Desde 1992 se viene trabajando sobre este patrimonio para lograr su recuperación y conservación. A lo largo de estos años han pasado por los talleres de restauración las siguientes obras:
1992.- Virgen de la O: imagen de vestir, procedente de la iglesia de Santa María de Renueva de la que era titular. Restaurada por Mariano Pérez Nieto, restaurador del Museo Nacional de Escultura de Valladolid. La corona de plata que luce esta imagen, realizada en 1857, fue restaurada en 2001 por el joyero zamorano Dionisio Alba.
1993.- En ese año se cumplió el 50 aniversario de la fundación de la Cofradía del Silencio (1943). El Cristo de la Salud, de gran devoción en la ciudad es su imagen titular; representación de Jesús crucificado, obra anónima del s. XVI en madera policromada; ante el estado de deterioro que presentaba fue restaurada por Mariano Pérez Nieto por medio de una cuestación popular.

Cristo de la Salud antes y después de su restauración, ya montado sobre el retablo también restaurado.

1995.- Pasaron por la Escuela de Restauración de Madrid las urnas con incrustaciones de concha y carey que contienen un Cristo Yacente y a la Magdalena Penitente. Estas piezas fueron expuestas en la muestra de las Edades del Hombre celebrada en Zamora en 2001 (RemembranZa).
2003.- San Miguel Arcángel: (patrono de la cofradía de hortelanos), talla anónima del s. XVII en madera policromada y el grupo escultórico a tamaño natural del Calvario, con el Cristo de las Aguas, s. XVI-XVII, ambos de la desaparecida San Andrés, fueron restaurados  por Marian Fernández Mateos.
2008.- Lienzo de La Divina Pastora perteneciente a un retablo estilo Rococó (s. XVIII). Restaurado por Carmen García Villarejo.
2009.- Retablo Cristo de la Salud: de estilo Barroco (1715), con columnas salomónicas, obra de Juan de Ortiz.
La Inmaculada: imagen para vestir s. XVII, que se encontraba en l iglesia de San Andrés. Las dos piezas fueron restauradas por Ana Prieto Martín.
Santa Lucia: representada por una matrona romana, es una talla en madera policromada (s. XVII-XVIII), restaurada por Carmen García Villarejo.
2011.- Sagrario perteneciente al retablo (s. XVII) del altar mayor de la iglesia de Renueva, actualmente en la iglesia del Carmen; el banco sobre el que se asienta se asienta pertenecía al retablo de la Divina Pastora. Ambas piezas fueron restauradas por Ana Prieto Martín.
Santa Eulalia


2012.- Santa Eulalia: Imagen de bulto redondo tallada en madera policromada (s. XVII); patrona de la Diócesis de Oviedo, a la que perteneció Benavente has mediados del s. XX. Su restauración la realizo Ana Prieto Martín.
San Ramón Nonato.- Imagen del religioso mercedario (s. XVIII), formaba parte del retablo mayor de la iglesia de San Andrés.  Fue recuperada por Rosa Herrero que confeccionó sus vestiduras y Vicente Pérez la custodia.
2013.- En este año fue restaurada una de las piezas más valiosa que guarda la iglesia del Carmen de Renueva, la pila bautismal, que perteneció a Santa María de Renueva. Pieza de finales del s. XV, gótico isabelino, labrada en piedra arenisca. Fue restaurada por Carmen García Villarejo y Ana Prieto Martín.
La Trinidad: Grupo escultórico en madera policromada que representa el dogma, formaba parte del ático del retablo mayor de Renueva. Responde a los cánones de la época, s. XVII. Su restauración fue obra de Ángel Pintado García y Ana Prieto Martín.

Grupo escultórico que representa el dogma de la Trinidad

2014.- Nuestra Señora del Carmen.- De gran devoción en la ciudad, es una imagen de bastidor realizada en el último tercio del siglo XIX por el imaginero zamorano D. Ramón Álvarez. Los trabajos de restauración recuperaron su policromía original y repararon desperfectos de la talla.
San Francisco.- Imagen de bulto redondo en madera policromada de 80 cm. de alto.
Cristo de Animas.- Es una advocación cristifera de ánimas, se trata de una imagen de Cristo clavado en la cruz. Procede la iglesia de San Nicolás, demolida en 1968.
La licenciada Ana Prieto Martín fue quien realizo estas tres restauraciones.
2015.- En Abril de este año Carmen García Villarejo y Ana Prieto Martín iniciaron uno de los trabajos mas importantes de los realizados hasta ahora, destinados a restaurar los lienzos y pinturas del retablo del s. XVII que perteneció a la iglesia d Renueva. (La restauración de este retablo esta detallada en la entrada de este blog. Un retablo del siglo XVII de 10 de Julio de 2015)
 

miércoles, 15 de julio de 2015

A LA VIRGEN DEL CARMEN






Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: Mujer ahí tienes a tu hijo.                                 (San Juan 19,26) 


Nuestra Señora del Carmen en la Iglesia de Santa María del Carmen de Renueva de Benavente (Zamora)

Hoy Virgen del Carmelo, en el día de tu fiesta,
nos venimos a postrar.
Ante Ti que eres descanso en nuestra fatiga,
remedio de nuestros males.
Ante Ti que llenas nuestras soledades,
consuelas nuestras penas.
Ante Ti que eras  paz de guerras internas,
sosiego de nuestras almas.
Ante Ti que alientas el caminar,
guías nuestros pasos para no tropezar.
Ante Ti que tiendes tu mano cuando caemos,
nos ayudas a levantar.
Ante Ti, Flor del Carmelo, hoy nos venimos a postrar.


martes, 14 de julio de 2015

STELLA MARIS – LA MADRE DEL CARMELO

Una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.                          (Apocalipsis 12,1)  
 
Nuestra Señora del Carmen. 1970 

Un año más se aproxima la festividad de la Virgen marinera, de la patrona de las gentes del mar, la patrona de la Armada Española desde que en 1901 la Reina Regente D.ª María Cristina de Habsburgo así lo decretase.
Pero no es exclusiva de los hombres y mujeres que hacen del mar su modo de vida. También es venerada esta advocación mariana por gentes de tierras adentro, tierras de ríos, vegas, valles y montañas.
Aquí, en Benavente, ciudad de gentes laboriosas, afables y acogedoras; punto estratégico de comunicaciones, cruce de caminos, paso de peregrinos hacia tierras de Santiago; la devoción a la Virgen del Carmelo se  remonta a la entonces villa de señorío de D. Antonio Alfonso Pimentel y Herrera de Zúñiga, XI conde y VIII duque de Benavente (1652- 1677), de la Casa Pimentel, uno de los linajes más  influyentes  del Reino de Castilla desde que Enrique III entregara en  1398 la Villa, su castillo y tierras con el titulo de  Conde al noble portugués D. Juan Alonso Pimentel (I Conde de Benavente) en reconocimiento a los servicios prestados a la Corona.
Esta devoción ya se encontraba muy extendida entre las personas de la villa cuando el curra párroco de San Andrés es autorizado por el Provincial de la Orden del Carmen en la Provincia de Castilla a erigir cofradía en honor de tan soberana Reina, el 3 de Abril de 1675, hace 340 años. Y hasta nuestros días ha llegado trasmitida de generación en generación, manteniéndose viva como lo demuestran la numerosas visitas, que a lo largo del año, hacen los fieles a la iglesia del Carmen de Renueva para venerar su imagen.
En el rostro de esta imagen, quiso el maestro imaginero D. Ramón Álvarez, plasmar los sentimientos humanos: el amor, la ternura, la delicadeza, el sosiego. En su brazo izquierdo su pequeño Hijo, de inocente ingenuidad, vivos ojos, boca entre abierta y mejillas sonrosadas. En su mano derecha el escapulario que representa la sacramental entregada a San Simon Stock el 16 de Julio de 1251 y un cetro símbolo de dignidad, poder y gobierno. 
Dicen los estudiosos de la obra y vida de D. Ramón que para realizar sus obras tomaba como modelos gentes de su entorno, pero en este caso la inspiración tuvo que ser divina y no terrena.
En estos días luce sus mejores galas a la derecha de la nave central de la iglesia, delante del presbiterio; engalanada de forma primorosa para la ocasión por las camareras, con vistoso hábito carmelita de inmaculado manto blanco, símbolo de pureza, donado por una fiel devota. Colocada sobre el trono de sus andas, donación anónima de mediados del siglo XX y realizadas en madera de nogal por Amancio Voces, miembro en varias ocasiones de la directiva de la cofradía; y de fina talla realizada por el zamorano “Alito”, autor de varios trabajos para las hermandades de la Semana Santa de Zamora, que con una técnica calada imita la tracería de la arquitectura gótica.
Una costumbre que muchas madres mantiene en la actualidad, a pesar de las modas televisivas, es la de poner a su hijas el nombre de Carmen o María del Carmen como ellas heredaron de sus madres y abuelas.


viernes, 10 de julio de 2015

UN RETABLO DEL SIGLO XVII



En Abril de 2015, partiendo de un proyecto destinado a la recuperación integral y futuro montaje del retablo que perteneció al altar mayor de  la desaparecida  iglesia de Santa María de Renueva, y que se encuentra desmontado en dependencias parroquiales de la iglesia del Carmen, las licenciadas Ana Prieto Martín y Carmen García Villarejo,  iniciaron los trabajos  de restauración mas importantes de los realizados hasta ahora, tanto por su complejidad como por coste.
Objeto de esta nueva actuacion, en una primera fase, han sido el conjunto de pinturas,
tanto sobre lienzo como sobre madera, con las que cuenta el retablo.




Estado del cuerpo del retablo antes de restaurar sus pinturas

Se trata de un retablo del s. XVII (1642), en madera tallada y policromada con pan de oro, de estilo renacentista, dedicado a la Natividad, obra de Fernando de Robles y dorado por Pedro y Lucas de Ávila.
Con unas dimensiones de 711 cm. de ancho por 715 cm. de alto; esta formado por un ático rematado con un frontón, en su parte central  una hornacina con fondo policromado representando el cielo y un coro de ángeles, en ella se encontraba el grupo escultórico de la Trinidad.  A derecha e izquierda dos tablas policromadas de 70 cm de ancho por 125 cm. de alto representan a los apóstoles San Pablo (derecha) San Pedro (izquierda).
Detalle de las tablas restauradas de San Pablo y San Pedro.



De un solo cuerpo con tres calles separadas por cuatro columnas con capiteles corintios sobre los que descansa un friso con cornisa. En calle central, bajo un arco de medio punto, estaba situada la Virgen de la O, advocación mariana a quien estaba dedicada la iglesia de Renueva. En las laterales dos lienzos de 160 cm. de ancho por 203 cm; representan  La Visión de  la Anunciación según San Bernardo (derecha) y la Natividad de la Virgen (izquierda).


Lienzos de la Natividad y la Visión de San Bernardo.

En la base, pintadas sobre la madera, bajo las columnas del cuerpo, se encuentra cuatro pinturas que representan a los Padres de la Iglesia: San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo; coincidiendo con las  calles laterales dos pinturas alargadas representan dos de las cuatro virtudes: la Justicia y la Templanza.
Tablas restauradas de los Padres de la Iglesia

En general el conjunto presentaba un deficiente estado provocado por el paso del tiempo y las actuaciones inadecuadas (limpiezas, barnices, repintes) que pretendiendo conservar o reparar la deterioran más.
Un almacenaje y montaje inadecuado han provocado deformaciones, desajustes y grietas en la madera y pérdida de molduras. Importante es la falta del banco original sobre el que se asentaba el retablo.
Las pinturas de lienzos y tablas presentaban deformaciones, parches, desgarros, grietas, arañazos y estaban ennegrecidas por repintes.





Tablas representando la Justicia y la Templanza

La labor restauradora ha sido extensa y minuciosa, las técnicas empleadas en la intervención (limpieza, sellado de grietas, ajuste de estructuras, eliminación de repintes, fijación y reintegración de la policromía, etc.) han ido encaminadas a  devolver a la obra su aspecto original respetando su valor histórico.
Los arquitectos Julio Carbajo y Luis López, de GAAS-Grupo de Arquitectos Asociados, han realizado un estudio-proyecto con alzados, secciones, cotas, líneas de visón, para la instalación del retablo en el presbiterio de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Renueva






Simulación montaje del retablo en el presbiterio según proyecto