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sábado, 9 de enero de 2021

RIBADELAGO EN LA MEMORIA

     El reloj de la historia sigue marcando las horas, el correr de los años no tiene parada; pero el recuerdo hace presente acontecimientos que marcaron un momento del pasado, años de la historia de estas tierras zamoranas ya olvidadas en tiempos de Fernando I “Allá en tierra leonesa un rincón se me olvidaba”. Hechos que dejan huella, que no se olvidad, y de una forma muy especial para aquellas personas que desgraciadamente los vivieron.

     En la fría madrugada, con temperaturas de 18 grados bajo cero, del 9 de enero de 1954 (hace 62 años) un pequeño y humilde pueblo de la comarca sanabresa con 549 almas, a orillas del lago glacial más grande de España, sufrirá las consecuencias de un imprudente e irresponsable proyecto, la rotura de la presa de Vega de Tera. Más de ocho millos de metros cúbicos de agua descendieron en veloz carrera hacia el pequeño pueblo arrasando cuanto encontraron en su camino y llevándose por delante 144 vidas de ellas 52 niños, de las cuales 116 quedaron bajos las heladas aguas del lago. Fue una pérdida de vidas que dejó marcados a los supervivientes, a los familiares más cercanos, a vecinos, amigos y compañeros; una tragedia que truncó el futuro de personas y de un pueblo.

     Si la leyenda hizo desaparecer un pueblo imaginario bajo las aguas de este lago, la negligencia del hombre hizo realidad una tragedia.

     La noticia fue difundida, en los primeros momentos, por la emisora provincial Radio Zamora (EAJ 72) y El Correo de Zamora, días después acaparó la atención de los medios nacionales y extranjeros.

     En 2009, el periodista zamorano Agustín Remesal ha recopilado en el libro “Sanabria en la Memoria” fotografías, documentos y testimonios de supervivientes, trabajadores y técnicos.

     Una escultura, que representa a una madre con su hijo entre los brazos, nos recuerda la tragedia, pero el mejor recuerdo es que la memoria colectiva de esta provincia no olvide la tragedia que nunca debió suceder y que una cadena de negligencias provoco.

 

Casas típicas de Ribadelago, años 60
 
La madre que arropa en sus brazos a una criatura. Imagen que sirvió a Ricardo Flecha para realizar la escultura conmemorativa del 50º aniversario. 


 


 

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